Se vienen los exámenes de febrero y en G.S. sabemos de la importancia de prepararnos con tiempo para ese momento que tanta ansiedad nos causa. Por eso hoy, nuestra Coordinadora General, nos hace una breve reseña de los pequeños pasos que debemos ir dando para enfrentarnos a esa evaluación que, no es más que un momento necesario para ir midiendo el alcance de nuestros objetivos académicos.
Subí con nosotros estos 20 escalones y preparate para sobresalir. ¡Vamos allá!
UN EXAMEN SE PREPARA DESDE EL PRIMER DÍA DE CURSADA.
Enfrentarse a una situación en la que vas a ser evaluado, no es precisamente un escenario común, ya que moviliza y genera expectativa y mucha incertidumbre. Por eso es importante que te prepares desde el día uno, siguiendo estos consejos:
1. Mantené una asistencia regular.
Esto permite tener un panorama general de la materia, además de conocer la forma de evaluación del docente y de los temas que más le interesa fijar.
2. Tené buena relación con el docente.
El haber mantenido una confrontación con el docente que va a evaluarte, podría ser una dificultad sino se propuso un diálogo conciliador, previo a la instancia evaluativa.
3. Contá con todo el material necesario.
Tener los apuntes, la bibliografía y los programas inspiran seguridad, es enfrentarse al material en toda su dimensión; esto te permite hacer una proyección del tiempo estimado que te llevará la preparación de la materia.
4. Tené en cuenta las pistas.
Tanto sea en las clases como en la charla informal, es posible descubrir pistas sobre la forma de evaluación o el interés en particular que el docente tiene en determinados temas.
5.No dejar todo para último momento.
La falta de tiempo para preparar un examen es una de las razones que provocan más inseguridad. No es lo mismo alcanzar conocimientos paulatinamente que adquirirlos todos juntos en una pequeña fracción de tiempo.
6. Consultar sobre el material de estudio.
Estar en contacto con el profesor de la asignatura y con los compañeros, intercambiar opiniones y hacer preguntas concretas sobre lo leído son una importante fuente de aprendizaje.
LLEGÓ EL MOMENTO DE SENTARSE A ESTUDIAR.
Ahora que ya conocés las buenas prácticas para ir adquiriendo los conocimientos y la confianza que necesitás para enfrentarte al examen, ¿cómo conviene estudiar? Prestá atención a estos consejos:
7. Armá un cronograma.
Una vez obtenido el material es conveniente, con un calendario en mano, programar los días y horarios de estudio, ponerlo a la vista en el lugar de estudio y hacer un seguimiento diario de la cantidad de contenidos aprendidos.
8. Revisá exámenes anteriores.
Es posible solicitar modelos de exámenes anteriores que sirvan de guía, no para estudiar únicamente esos contenidos, sino evaluar el estilo y el interés del docente.
9. Pensá preguntas propias.
Una vez que se ha estudiado todo el material, es aconsejable hacer una autoevaluación con preguntas propias para detectar si todos los contenidos fueron aprendidos con la misma profundidad.
10. No estudies de memoria.
Debes armar tus propios apuntes con palabras que conozcas, evitando la repetición absurda que te aleja de la comprensión. Recuerda que la persona que te va a evaluar, tiene un conocimiento amplio de la bibliografía solicitada y espera que tus respuestas estén procesadas.
11. Hacé un seguimiento progresivo del temario.
Te propongo seguir estos pasos para ir adquiriendo y fijando los conocimientos:
Estudio inicial: lectura completa de todo el temario, marcado de ideas principales, realización de cuadros y mapas conceptuales, síntesis de lo más importante.
Repaso inmediato: lectura completa del trabajo realizado con anotaciones particulares.
Repasos intermedios: lectura parcial de cada tema.
Repaso final: lectura y fijación de los contenidos básicos.
¡YA CASI ESTÁS LISTO!
Como te fui contando, un examen no se prepara la noche anterior ni mucho menos. Es necesario que durante toda la cursada prestes el máximo de atención y que te comprometas con la materia para llegar a ese día crucial con la confianza de que vas a poder lograrlo. También te conté qué hacer los días previos, y ahora estás a pocas horas de rendir. ¿Cómo deberían ser esas últimas horas antes del examen?
12. Descansá bien.
Es aconsejable dormir lo suficiente (ocho horas) el día anterior al examen, dejar todas las cosas preparadas como la ropa, el material de estudio, el documento, la libreta donde se volcará la calificación y el dinero necesario para ese día.
13. Tené actividad física y social moderada.
Distenderse el día anterior con una actividad física y con una actividad social moderada, contribuirán a reducir sustancialmente la ansiedad y te permitirán descansar con mayor profundidad.
14. Alimentate bien.
Jamás vayas a rendir con el estómago vacío. Es muy importante la moderación, consumir alimentos adecuados como frutas, verduras y carnes de rápida digestión, evitar el azúcar, las grasas y el alcohol. Habitualmente la situación de examen produce molestias gastrointestinales que se relacionan con el estrés preexamen, por tal motivo una apropiada alimentación es un buen comienzo.
A DARLO TODO.
Listo. Estás sentado frente al docente o frente a esa hoja en blanco que espera que desates todo el arsenal de conocimientos que fuiste adquiriendo a lo largo de las últimas semanas. Estás preparado, confiado y con toda la energía para ganarle por knock out al examen. ¿Qué más deberías hacer?
15. Sé puntual.
Llegar a tiempo, preferentemente unos minutos antes, te dará seguridad.
16. Buena presencia
Presentarse aseado, con la vestimenta adecuada, ser amable y cortés.
17. Y sobre todo… ¡PENSÁ EN POSITIVO!
El pensamiento positivo genera el hecho real, no es posible obtener buenos resultados cuando nos enfrentamos a una situación que nos despierta ansiedad con la certeza que perderemos.
FELICITACIONES, ¡LO LOGRASTE!
Pasó la tormenta, y como te preparaste con tiempo, solo resta esperar la calificación que no será más que un número que te dará una idea de cuán bien lo hiciste. Pero, ¿qué hacer si no alcanzaste los objetivos establecidos por el examen?
18. Balance final
Es posible que se hayan seguido todos estos pasos y a pesar de ello, no se logre la aprobación. Siempre es indispensable analizar qué pasó con una mirada autocrítica pero positiva y esperanzada; nunca buscar la confrontación con la mesa evaluadora ni desestimar ningún factor. El verdadero problema no es perder, sino no saber porqué se ha perdido.
BONUS: ORAL VS. ESCRITO.
Nuca es lo mismo enfrentarse a un examen escrito que a uno oral. Hay estudiantes que prefieren enfrentarse directamente al docente, cara a cara, y hay otros que sienten mayor seguridad ante una hoja.
En este bonus, te dejo algunos consejos para saber sobrellevar cualquiera de las dos situaciones:
Durante el examen oral
Preparar un tema, pues uno de los momentos más críticos en los exámenes orales es el comienzo, por esa razón preparar un tema particular para exponer al inicio, permite aumentar la seguridad y la confianza. Que ese tema sea el más difícil del programa o el de preferencia del docente, es una buena elección.
Pensar antes de responder, ser cauto, ordenado en la exposición, con respuestas claras y con vocabulario adecuado.
Mantener una actitud de escucha permanente evitando toda distracción.
Durante el examen escrito
Leer detenidamente las consignas, interpretarlas.
Considerar al examen como un todo antes de comenzar a responder.
Distribuir el tiempo necesario para cada respuesta, elegir las preguntas y el orden en el que se van a responder. Priorizar las de más valor a la hora de calificar.
No dejar nada sin responder, en aquellas respuestas que no hay seguridad realizar un sintético esquema que demuestre un conocimiento parcial del tema.
No ser excesivo en la longitud de las respuestas, el poder de síntesis es un don muy importante a la hora de corregir.
Rapidez, buena caligrafía, orden y prolijidad son habilidades sustanciales.
Releer antes de entregar, en lo posible en voz alta, para detectar errores de puntuación, de coherencia y de cohesión textual. De ser posible, utilizar un diccionario para corregir la ortografía.
Si necesitás ahondar en técnicas de estudio o necesitás acompañamiento para hacerte de estas buenas prácticas, escribinos para que podamos seguir aconsejándote.
Mientras tanto, ¡éxitos en tus exámenes!
Hasta el próximo artículo,
Prof. María Fernanda González Soler de Maceri
Coordinadora General
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