La inteligencia emocional, término popularizado por Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional”, es la capacidad de reconocer las emociones y sentimientos propios, como también los ajenos, utilizándolos como guía del pensamiento y de la acción. Implica una serie de habilidades y rasgos de la personalidad que se entienden como complementarias a la inteligencia académica.
Por otro lado, la metacognición es la capacidad de poder pensar sobre nuestros pensamientos; nos permite identificar y comprender nuestras propias emociones.
¿Qué hacer para desarrollar la metacognición?
El Dr. Roberto Rosler de la Asociación Educar para el Desarrollo humano, propone algunas preguntas:
¿En qué situaciones las emociones funcionan en contra mío?
¿Qué efecto tiene mi estilo de comunicación en otros?
¿Tomo mis decisiones en forma rápida o lenta?
¿Cómo afecta mi humor mi toma de decisiones?
¿Cuáles son mis fortalezas y vulnerabilidades emocionales?
¿Me focalizo en las características positivas o negativas de los otros?
¿Les doy a los otros el beneficio de la duda?
¿Me cuesta admitir cuando me equivoco?
Tener en cuenta que las emociones…
son respuestas fisiológicas que preparan al ser humano para la acción; lo alejan del peligro y lo acercan a la recompensa; están ligadas a la supervivencia
están asociadas con algún tipo de respuesta física, como el aumento de latidos cardíacos, la transpiración, la respiración más agitada y elevada, la tensión muscular, entre otras
no son ni buenas ni malas, positivas o negativas; todas son necesarias
son producto de estímulos del mundo exterior y del interior, por eso se transitan diferentes estadios; el sistema emocional asigna significado emocional a estímulos ambientales, produciendo cambios cerebrales y corporales a través de las diferentes vías del sistema nervioso central
hacen que el individuo se encuentre en “cierto estado emocional” sin conocer el motivo; no lo percibe conscientemente pero fue captado a través del sistema instintivo/emocional y se despertó
en algunos casos surgen y se van sin que la persona se dé cuenta; otra veces llegan a la consciencia, donde se las interpreta según lo que ocurre en ese momento (memoria, experiencias pasadas y expectativas futuras)
al hacerse conscientes se transforman en sentimientos; se les da un nombre y se sabe qué emoción se siente: alegría, pasión, tristeza, miedo, etc. La manera en que siente el ser humano está determinada por la manera en que piensa
se expresan en forma de gestos faciales (cejas y boca tienen mucho que ver), actitudes corporales o palabras (mayor capacidad de autogestión); el lenguaje usa una escala de lo positivo a lo negativo, por ejemplo ¡estoy muy feliz!, ¡estoy feliz!, ¡estoy molesto!, ¡estoy terriblemente molesto!
poseen tres componentes:
uno conductual, que se ve a través de los gestos.
el fisiológico, se siente como un nudo en la garganta o en el estómago, temblor en las piernas, respiración agitada, entre otros.
otro cognitivo, que es la explicación que cada uno da acerca de la emoción.
Al entrar por cualquier componente se logra cambiar la emoción: un cambio de gesto cambia la emoción; un cambio en la respiración cambia la emoción; un cambio en el pensamiento cambia la emoción.
¿Cuáles son los diferentes tipos de emociones?
Los Dres. Daniel Goleman, Paul Ekman, Antonio Damasio, entre otros expertos en Neurociencias clasifican a las emociones en PRIMARIAS, BÁSICAS, SIMPLES (innatas) y SECUNDARIAS, COMPLEJAS (combinación de emociones simples con otros factores).
PRIMARIAS, BÁSICAS, SIMPLES
ALEGRÍA MIEDO TRISTEZA
SORPRESA IRA ASCO /AVERSIÓN
SECUNDARIAS, COMPLEJAS
felicidad, alivio, dicha, diversión, gratificación, satisfacción
ansiedad, nerviosismo, preocupación, inquietud, incertidumbre, etc
congoja, aflicción, pesimismo, pena, melancolía, soledad, etc.
asombro, curiosidad, descontento, conmoción
furia, resentimiento, cólera, indignación, fastidio, irritabilidad, violencia, rencor, hostilidad
desprecio, repugnancia
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La toma de decisiones y la gestión de las emociones
Permanentemente se toman decisiones y para que sean acertadas, se deben gestionar adecuadamente esas emociones para el propio bienestar y para el de los demás.
Las emociones pueden y deben ser gestionadas. Cuando las emociones escapan de nuestro control, afectan al sistema de la Corteza Pre-frontal (área más evolucionada del cerebro donde se crean y sostienen nuevas ideas y se gestan planes) dificultando el razonamiento. Se siente confusión, se quiere huir o pelear o racionalizar. No es una decisión conveniente.
Para gestionar las propias emociones se necesitan ejercitar tres habilidades que son funciones ejecutivas de la Corteza Pre-frontal. Las funciones ejecutivas son las actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar, el comportamiento necesario para adaptarse al entorno.
Las habilidades mencionadas son:
Metacognición
Autocontrol: manejar la forma en que reaccionamos ante las emociones; se puede hacer a través de la función ejecutiva INHIBICIÓN
Empatía: capacidad de percibir emociones de otros
Pero…
¿Se gestionan las emociones propias o ellas nos gobiernan?
¿Somos conscientes de lo que sentimos?
¿Cómo impactan sobre nuestra autoestima, nuestro comportamiento, vínculos y resultados?
¿Van surgiendo más emociones positivas y toleramos las negativas?
¿Logramos un entrenamiento cognitivo al romper con la rutina, hacer cosas diferentes?
¿Ponemos en práctica la flexibilidad cognitiva pensando en forma creativa?
¿Tenemos una pasión (una llama interior que nos moviliza, nos permite ir por más) o un proyecto (un ir hacia adelante, un futuro, pensando diferente, buscando relaciones interpersonales)?
¿Desarrollamos nuestra inteligencia emocional para disminuir conflictos, lograr más habilidades sociales, empatía, percepción positiva, mejores relaciones sociales y mejor rendimiento académico?
¿Logramos ser ágiles emocionalmente revisando nuestros programas emocionales rígidos, respondiendo conscientemente integrando nuestros valores?
Se logra bienestar emocional cuando se tiene un estado de ánimo que lo hace consciente de sus aptitudes para hacer frente a las situaciones normales de la vida y para realizar trabajos de manera productiva y fructífera
Parte del quehacer docente tiene que ver con aprender a lidiar con sus emociones: estrés, bournot, ansiedad, frustración, tristeza; que a veces hacen salir de nuestro centro, y que en ocasiones nos hacen actuar de manera impulsiva, o entrar en estados que no son del todo productivos.
¿Cómo lograr un aula compatible con el cerebro?
Los cerebros son emocionales. Un aula compatible con el cerebro es aquella en la que se fomentan las emociones, se tienen en cuenta los sentimientos, para beneficiar el aprendizaje y lograr una buena gestión del aula. De ahí la importancia de poder identificarlas y trabajarlas en la actividad aúlica diaria. Para ello es necesario que el docente conozca sus propias emociones intentando leer emocionalmente al grupo y a cada alumno, hallar la forma de regularlas y conocer el papel que cumplen. Se debe crear un clima emocional favorable en el aula, emergente del tipo de relación entre docente y alumnos y del tipo de relaciones que se establecen entre los alumnos.
En algunas oportunidades, se han podido observar situaciones en las cuales, un alumno que considera que ha estudiado mucho, recibe una nota que hace que repruebe el examen y reacciona con insultos al docente o con mala cara; en otras ocasiones, un alumno empuja a otro y este responde con una actitud agresiva hacia quien lo empujó. En situaciones extremas, hemos podido comprobar la reacción de un docente culpando a un alumno de algún hecho ocurrido en el aula, sin ser el culpable. Todos casos donde podemos comprobar, cómo una persona a través de las emociones, evalúa un acontecimiento en función de un objetivo personal relevante; la predispone a actuar, aparecen reacciones voluntarias e involuntarias.
Si se tiene presente la importancia de las emociones en el aprendizaje cognitivo-ejecutivo, se logrará que los conocimientos se fijen más fácilmente y en mayor grado en la memoria a largo plazo.
¿Por qué hablar entonces de Educación Emocional?
La Educación Emocional es un proceso educativo, una innovación educativa, para desarrollar competencias emocionales; afrontar retos de la vida personal, familiar, profesional, social; preparar para la vida. El Dr. Rafael Bisquerra, un referente mundial de la Educación Emocional dice:
“La educación emocional vertebra el desarrollo personal”.
La Educación Emocional no es un proceso terapéutico; es brindar un espacio para que los chicos puedan desarrollar la inteligencia emocional en las escuelas
Las competencias emocionales son:
Conciencia Emocional
Regulación Emocional
Autogestión – Autonomía Emocional
Inteligencia Interpersonal – Competencias Sociales
Habilidades de vida para el bienestar
A través de la Educación Emocional se trata de dar respuesta a necesidades sociales que hoy no están atendidas en las materias académicas ordinarias. La Educación Emocional debería ser incorporada como eje vertebrador del desarrollo integral de las personas (desarrollo físico, social, emocional, moral, ético, etc.); aspecto no contemplado en los diseños curriculares ni en la formación profesional de los docentes.
En la Fundación Educación Emocional Argentina, presidida por el Lic. en Psicología Lucas Malaisi, se habla de desarrollar la Inteligencia Emocional en los niños, abordando los cuatros pilares de la Educación Emocional:
Educación Emocional del Docente
Escuela para Padres
Educación Emocional en las Relaciones Interpersonales
Educación Emocional de los niños
Como así también de la importancia de impulsar una Ley de Educación Emocional. En las provincias de Corrientes y Misiones ya fue aprobada y falta muy poco para que ocurra lo mismo en Chaco, Tucumán y Chubut.
El Dr. HAIM GINOTT, Psicológo, Psicoterapeuta infantil y Educador de Padres, decía:
"Los contenidos académicos nos preparan para el éxito académico, pero la Educación Emocional nos prepara para el éxito vital.”
¡Hasta el próximo artículo!
CREATIVIDAD EMPRENDEDORA
Patricia E. Aldini
Diplomada en Neurosicoeducación por UBA, Asociación Educar y
Ce-Bios. Licenciada en Gestión Educativa (CAECE). Diplomada en Ciencias Sociales con Mención en Constructivismo y Educación (FLACSO Sede Argentina). Graduada de Analista Programador y Analista de Sistemas (ESBA).
Realizó su formación en Neurosicoeducación, Neurociencias, Educación Emocional, Liderazgo y Coaching, Aprendizajes en la Nueva Escuela Secundaria, Bienestar Emocional de los Docentes, El aula curiosa y el aprendizaje, entre otros.
Se ha desempeñado en la docencia secundaria, terciaria y universitaria desde 1987, no sólo como docente, sino también como Vicedirectora, Secretaria, Jefa de Dpto. y Tutora en Nivel Secundario; y como Coordinadora de Carreras en Instituto de Nivel Terciario.
Ha concurrido como oyente al: I Congreso Iberoamericano de Docentes (Univ. De Cadiz- España); II Seminario Hispano Argentino de Innovación Docente (Univ. Alcalá de Henares – España) y 8va. Jornada de Neurociencias, Educación e Inteligencia emocional (Asociación Educar para el Desarrollo Humano). En forma on line ha participado en: el
seminario de Posgrado “La Educación secundaria: principales temas y problemas en perspectiva latinoamericana (FLACSO); en las IV Jornadas Educación a Distancia y Universidad (FLACSO); en el ciclo de charlas Desafíos de la Enseñanza (FLACSO), en el Congreso Argentino de Liderazgo y Coaching (Worktec); en el IV Congreso Internacional de Coaching Educativo - Diseñando comunidades de aprendizaje (Creando Puentes-Coaching Educativo), entre otras.
Antonela Milia
Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías por FLACSO Sede Argentina. Diplomada en Neurosicoeducación por UBA, Asociación Educar y Ce-Bios. Licenciada y Profesora en Gestión de Medios y Entretenimientos por la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) y por Ciclo Pedagógico Universitario de la Universidad del Salvador.
Docente en Nivel Secundario del área de Nuevas Tecnologías de la Información y la Conectividad. Se especializa en la construcción de Materiales Didácticos Online y en la creación y diseño de Entornos de Educación en Línea.
Ha concurrido como oyente al: I Congreso Iberoamericano de Docentes (Univ. De Cadiz- España) y a la 8va. Jornada de Neurociencias, Educación e Inteligencia emocional (Asociación Educar para el Desarrollo Humano). En forma on line ha participado: del IV Congreso Internacional de Coaching Educativo - Diseñando comunidades de aprendizaje (Creando Puentes - Coaching Educativo), de las Conferencias y Experiencias de la 3º edición del Congreso Innova Educa 21 (Universidad Siglo XXI); las IV Jornadas Educación a Distancia y Universidad (FLACSO); de los cursos de Competencias digitales para profesionales y Fundamentos de Marketing Digital (Google), del Curso de capacitación Habilidades sociales y liderazgo educativo - Coaching educativo en acción (Proyecto CEPA), entre otras.
BIBLIOGRAFÍA
Campos, A. (2010, junio). Neuroeducación: Uniendo las Neurociencias y la Educación en la búsqueda del Desarrollo Humano [archivo PDF]. La educ@ción Revista Digital - Organización de los Estados Americanos, volumen (143), pp.1- 14. Recuperado de http://www.educoea.org/portal/La_Educacion_Digital/laeducacion_143/articles/neuroeducacion.pdf
Sousa, D. A. (Ed.) (2014.) Neurociencia Educativa. Mente, cerebro y educación. Educación hoy estudios, Madrid: Narcea de Ediciones.
Taller de emociones. Lic. Marino, Cecilia. En Capacitación Virtual. Proyecto CEPA
Rosler, R. (2016) Curiosidad y aprendizaje – El aula curiosa y el aprendizaje. Asociación Educar. Disponible: https://asociacioneducar.com/aula-curiosa
Bisquerra, Rafael. Educación Emocional. Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar.
Jornadas Académicas – Formación docente para la enseñanza híbrida – Bienestar Emocional en la Docencia – Seminario 1- Charla 2 - Dra. Cimenna Chao Rebolledo – Universidad Iberoamericana, Cd. De Méjico
[Podcast] 5 Pasos para transformar la escuela en una escuela cerebro-compatible -
Nse. Lucrecia Prat Gay. Disponible en: www.fundacioneducacionemocional.org
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