top of page

EL PODER DEL "TODAVÍA" Y DE NUNCA DARSE POR VENCIDO

Años atrás se creía que la inteligencia se mantenía inamovible sin importar cuánto nos esforzáramos. En la actualidad se sabe que la mentalidad importa.

Quizás esto nos invite a repensar qué ocurre con el aprender y qué pasa con disfrutar del aprendizaje. ¿La escuela consiste sólo en sacarse una nota? Aprobar la escuela es fácil, pero aprobar la vida ¿lo es? Se deben brindar a los alumnos e hijos herramientas para que puedan aprobar la vida.

Pensar cuántas veces:

  • se ha dicho algo para parecer inteligente o se evitó preguntar para no pasar por “tonto”;

  • cuando algo parecía difícil se evitó mostrar o se abandonó;

  • no se hizo algo debido a que parecía que no se iba a poder;

  • se eligió una tarea fácil para quedar bien.

Todo esto nos habla de una mentalidad y de parecer lo menos necio e ignorante posible.

Carol Dweck, psicóloga y una de los principales referentes en educación, nos dice que el éxito no está determinado por talentos innatos o intelectuales, sino que depende de la mentalidad. Además, ha creado los conceptos de mentalidad fija y de mentalidad de crecimiento, y nos invita a reflexionar sobre “el poder del todavía”, que da a entender que se está en un proceso de aprendizaje.


Aquellos con Mentalidad fija,

  • creen que la inteligencia es innata e inmutable;

  • consideran que la capacidad está predeterminada y es independiente del esfuerzo;

  • ven el esfuerzo como una pérdida de tiempo;

  • evitan el fracaso y los retos, huyen del error;

  • desean parecer inteligentes;

  • se atienen a lo que saben;

  • creen que la retroalimentación se basa en sus capacidades personales;

  • se dan por vencidos fácilmente, cuando se frustran abandonan;

  • se sienten amenazados por los éxitos de los otros y no escuchan sus opiniones.

Los que tienen una Mentalidad de crecimiento, de desarrollo,

  • creen que su inteligencia puede desarrollarse continuamente;

  • piensan que sus habilidades pueden mejorar gracias al entrenamiento y el esfuerzo;

  • consideran que el verdadero potencial es desconocido e incognoscible;

  • se esfuerzan por aprender continuamente;

  • persisten pese a desafíos o malos resultados;

  • procesan los errores, aprenden de ellos y los corrigen;

  • afrontan incertidumbres, retos y no temen fallar;

  • creen que la retroalimentación se basa en sus capacidades actuales;

  • aprenden de las opiniones de los demás.

Los niños con mentalidad fija ¡quieren aprobar! y recurrirán a cualquier tipo de solución para lograrlo, o bien, buscan a quienes les va peor para sentirse bien. Aquellos con mentalidad de crecimiento ¡quieren aprender!

La idea de una mentalidad de crecimiento es una propuesta relevante para la educación y un predictor del éxito futuro de los niños. El tipo de mentalidad de alguna manera marca el adulto que será. Por eso es importante que padres y docentes ayuden a fomentar esa mentalidad de crecimiento.


¿Cómo?

  • Elogiando el proceso en que el niño se involucra, su esfuerzo, sus estrategias, su enfoque, su perseverancia y su progreso. El esfuerzo y la actitud determinan sus habilidades.

  • Demostrándoles que cada vez que dan un paso fuera de su “terreno conocido” para aprender algo nuevo y difícil, en sus cerebros las neuronas crean nuevos vínculos y con el tiempo pueden llegar a ser más inteligentes.

  • Enseñándoles a ver el error como oportunidad de mejora; la crítica puede ser constructiva.

  • Inspirándolos con el éxito de los demás.

Diversos estudios hablan de que aquellos con mentalidad fija huyen de las dificultades. Al ponerles electrodos a personas, por ejemplo para evaluar su actividad cerebral, se pudo comprobar que frente a un desafío propuesto, en los que tenían una mentalidad de crecimiento, su cerebro se activaba, disfrutaban del desafío. A aquellos con mentalidad fija nada los motivaba, la activación cerebral era prácticamente nula.

Frente a un desafío, con una mentalidad fija se realiza menor esfuerzo, se obtienen pocos logros y se refuerza este tipo de mentalidad. Los que poseen una mentalidad de crecimiento, se esfuerzan más, los logros son mejores, reforzando la misma.

Es importante que los hijos y alumnos comprendan que el cerebro más que una computadora es como un músculo que cuanto más se lo ejercita más aprende y se es, eventualmente, más inteligente. Es maleable, plástico, va cambiando después de cada experiencia.

No olvidar desdramatizar el error y el fracaso. Si en lugar de un 3 en una evaluación, se le pone un “No Todavía”, se lo introduce en una curva de aprendizaje y así empieza a disfrutar del mismo. Hay que enseñarles que siempre se puede más y pueden mejorar. Darles un feedback amoroso, afectivo, para trabajar la perseverancia, volver del error, fracasar dignamente.

Se puede enseñarles a asumir la responsabilidad, comenzar de nuevo, alentar la curiosidad, innovar, preocuparse y a que está bien que se frustren; y así podrán capitalizar los errores.

También importa la mentalidad del docente. Si tiene una mentalidad fija, los alumnos tendrán bajo desempeño, mientras que un docente con mentalidad de crecimiento logrará alumnos con alto rendimiento.

La invitación es a un cambio de mentalidad, creando aulas en las que se enfatice el aprender y no el aprobar, que el esfuerzo vale, que deben enfrentarse obstáculos y desafíos, la corrección de las evaluaciones; donde la mentalidad de crecimiento genere una cultura, un espíritu del todavía, nunca darse por vencido, o en palabras de Dweck “el poder del todavía”, en lugar del “no”.


PERO… ADEMÁS DEL PODER DEL TODAVÍA, HABLEMOS DEL PODER DE LA ACTITUD

Víctor Küppers, Dr. en Humanidades, propone una fórmula que refleja la importancia de la actitud, la forma de ser de una persona:

Para todo en esta vida son importantes los conocimientos y las habilidades, pero lo más importante es la Actitud, es la que multiplica mientras que C y H suman.

-> No se es una gran persona por los conocimientos y habilidades, sino por la actitud.

-> Las personas valoran la manera de ser.

-> Ante el desánimo y el agobio, se pierde lo mejor que se tiene, la manera de ser, no habilidades ni conocimientos.


Recordemos entonces que:

  • Tenemos capacidad para elegir la actitud ante ciertas situaciones y así resolverlas de una mejor o peor manera.

  • La actitud que se tiene es la que se quiere; no debemos esperar que todo esté bien para tenerla, es nuestra responsabilidad.

  • La actitud que se tome ante un comentario de otra persona, cualquiera sea su rol, determinará cómo será esa relación.

  • El estado de ánimo es una actitud en la vida emocional y se diferencia de las emociones.

  • Hay una gran crisis de estado de ánimo.

  • Uno decide su estado de ánimo.

  • El hábito de pensar cuál es la mejor actitud puede entrenarse y, de a poco, formar parte de nuestra manera de ser. Una vez adoptado este hábito, seguramente la vida será otra.

¿De qué manera podemos trabajar y ayudar a nuestros hijos y alumnos a desarrollar una buena actitud?

  • Aprendiendo a ser agradecido.

  • Teniendo ilusión y pasión.

  • Al sentir desánimo, escribir 20 cosas buenas que seguramente se tienen.

  • Disfrutando de las pequeñas cosas.

  • Siendo amables; esto ayudará a ser buenas personas, pues cambia la actitud de la otra persona y la propia; y si es con una sonrisa, mejor aún.

  • Sumando instantes positivos.

  • Analizando este juego de palabras: Lo más importante es saber que lo más importante, sea lo más importante ¡Tienen sentido!

  • Siendo la mejor persona que se pueda en los ámbitos que nos toquen: seria, correcta y profesional, pero intentando generar también sensaciones de alegría, de entusiasmo.

Y como educadores, padres, hijos, colegas, profesionales, elijamos nuestra mejor actitud en cada momento y así podremos influir, provocar y ayudar a que las cosas vayan un poco mejor.


¡Hasta el próximo artículo!

CREATIVIDAD EMPRENDEDORA


 

Patricia E. Aldini

Diplomada en Neurosicoeducación por UBA, Asociación Educar y

Ce-Bios. Licenciada en Gestión Educativa (CAECE). Diplomada en Ciencias Sociales con Mención en Constructivismo y Educación (FLACSO Sede Argentina). Graduada de Analista Programador y Analista de Sistemas (ESBA).

Realizó su formación en Neurosicoeducación, Neurociencias, Educación Emocional, Liderazgo y Coaching, Aprendizajes en la Nueva Escuela Secundaria, Bienestar Emocional de los Docentes, El aula curiosa y el aprendizaje, entre otros.

Se ha desempeñado en la docencia secundaria, terciaria y universitaria desde 1987, no sólo como docente, sino también como Vicedirectora, Secretaria, Jefa de Dpto. y Tutora en Nivel Secundario; y como Coordinadora de Carreras en Instituto de Nivel Terciario.

Ha concurrido como oyente al: I Congreso Iberoamericano de Docentes (Univ. De Cadiz- España); II Seminario Hispano Argentino de Innovación Docente (Univ. Alcalá de Henares – España) y 8va. Jornada de Neurociencias, Educación e Inteligencia emocional (Asociación Educar para el Desarrollo Humano). En forma on line ha participado en: el seminario de Posgrado “La Educación secundaria: principales temas y problemas en perspectiva latinoamericana (FLACSO); en las IV Jornadas Educación a Distancia y Universidad (FLACSO); en el ciclo de charlas Desafíos de la Enseñanza (FLACSO), en el Congreso Argentino de Liderazgo y Coaching (Worktec); en el IV Congreso Internacional de Coaching Educativo - Diseñando comunidades de aprendizaje (Creando Puentes-Coaching Educativo), entre otras.


Antonela Milia

Especialista en Educación y Nuevas Tecnologías por FLACSO Sede Argentina. Diplomada en Neurosicoeducación por UBA, Asociación Educar y Ce-Bios. Licenciada y Profesora en Gestión de Medios y Entretenimientos por la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) y por Ciclo Pedagógico Universitario de la Universidad del Salvador.

Docente en Nivel Secundario del área de Nuevas Tecnologías de la Información y la Conectividad. Se especializa en la construcción de Materiales Didácticos Online y en la creación y diseño de Entornos de Educación en Línea.

Ha concurrido como oyente al: I Congreso Iberoamericano de Docentes (Univ. De Cadiz- España) y a la 8va. Jornada de Neurociencias, Educación e Inteligencia emocional (Asociación Educar para el Desarrollo Humano). En forma on line ha participado: del IV Congreso Internacional de Coaching Educativo - Diseñando comunidades de aprendizaje (Creando Puentes - Coaching Educativo), de las Conferencias y Experiencias de la 3º edición del Congreso Innova Educa 21 (Universidad Siglo XXI); las IV Jornadas Educación a Distancia y Universidad (FLACSO); de los cursos de Competencias digitales para profesionales y Fundamentos de Marketing Digital (Google), del Curso de capacitación Habilidades sociales y liderazgo educativo - Coaching educativo en acción (Proyecto CEPA), entre otras.


 

Bibliografía:

· Lewin, L. “La mentalidad de crecimiento: cómo lograr el potencial de nuestros alumnos” Asociación Educar para el Desarrollo Humano. 7ma. Jornada: Taller de Neurociencias, Educación e Inteligencia Emocional.

· Küppers, V. (2018) “El valor de tu actitud”. BBVA -Aprendemos Juntos. Un proyecto de educación para una vida mejor-. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Z3_f6a-YrY8&t=2124s

· Küppers, V. (2021)“La actitud que tú tienes es la que tú quieres”. Education Talks. Universitat Abat Oliva CEU. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Cq9ksDKAA5M&t=64s

· Dweck, C. (2015) “El poder de Creer que puedes Mejorar”. Ted Ideas worth spreading. Disponible en:https://www.youtube.com/watch?v=WiS0waTjeTE

86 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page