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UN PASEO POR LA POESÍA ROMÁNTICA INGLESA: hoy John Keats.

UNA VIDA CORTA CON UN GRAN LEGADO

Nació en Londres en 1795 y falleció en Roma en 1821. Fue un joven poeta británico, que a pesar de su corta vida, dejó poemas reveladores pertenecientes a la corriente romántica inglesa. La muerte de su padre y su humilde procedencia le llevaron a trabajar como practicante en casa de un cirujano, para ingresar más tarde como estudiante externo en el Guy's Hospital de Londres en 1815. Su afición a la lectura le descubrió el mundo de la poesía, en la que se inició bajo la influencia de Edmund Spenser. En casa de su amigo Leigh Hunt, crítico y poeta, conoció a Percy Shelley, con quien trabó amistad.


UNA VIDA CORTA CON UN GRAN LEGADO Nació en Londres en 1795 y falleció en Roma en 1821. Fue un joven poeta británico, que a pesar de su corta vida, dejó poemas reveladores pertenecientes a la corriente romántica inglesa. La muerte de su padre y su humilde procedencia le llevaron a trabajar como practicante en casa de un cirujano, para ingresar más tarde como estudiante externo en el Guy's Hospital de Londres en 1815. Su afición a la lectura le descubrió el mundo de la poesía, en la que se inició bajo la influencia de Edmund Spenser. En casa de su amigo Leigh Hunt, crítico y poeta, conoció a Percy Shelley, con quien trabó amistad. Publicó su primer volumen de poemas en 1817 y, a pesar de su escaso éxito, decidió abandonar la cirugía para dedicarse sólo a la literatura. Al año siguiente apareció Endimión (1818), que fue mal recibida por la crítica, habiendo sido objeto de burlas y desprecios por una parte de sus contemporáneos. A su regreso a Londres, tras una temporada en la zona de los lagos y el oeste de Escocia, asistió a la muerte de su hermano, aquejado de tuberculosis, lo que le afectó profundamente. El propio Keats sufría la misma enfermedad; tras mudarse a casa de su amigo Charles Armitage Brown, en Hampstead, se enamoró de la hija de un vecino, Fanny Brawne, quien le inspiró la mayoría de sus poemas, recogidos en el volumen Lamia, Isabella, La víspera de Santa Inés y otros poemas (1820), que incluía sus mejores poemas: el inacabado Hiperión, sobre la mitología griega, y sobre todo su célebre serie de odas (Oda a un ruiseñor, Oda a una urna griega). Su estado de salud se deterioró, por lo cual decidió embarcar con su amigo Severn hacia Nápoles, en lo que parecía la última posibilidad del poeta para sanar, aunque murió unos meses más tarde. En 1848 aparecieron sus cartas y su diario, que completan una obra de excepcional pureza expresiva y admirable dominio poético en su aspiración por alcanzar la belleza absoluta. Jamás creyó haber alcanzado la gloria, tal es así que sabiéndose próximo a la muerte, mandó que se grabara en su tumba este epitafio: “Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua”. Lo que dejó escrito ha formado escuela de mayor importancia que las de sus contemporáneos. Su fama se debe a sus poemas breves, recogidos en sus Odas. La poesía de Keats es, por encima de la de los demás románticos, una respuesta a las impresiones sensoriales desprovista de toda filosofía moral o social.

CONTEXTO DEL ROMANTICISMO INGLÉS Inglaterra es considerada la cuna del Romanticismo, al igual que el Renacimiento había surgido en Italia, el Barroco en España o el Neoclasicismo en Francia. El Romanticismo comenzó en Inglaterra casi al mismo tiempo que en Alemania. Con una fuerte tradición prerromántica ya en el siglo anterior, la literatura inglesa de la primera mitad del XIX se caracteriza por sus grandes poetas y por la novela histórica. El movimiento surgió a la luz del día con los llamados Poetas lakistas (Wordsworth, Coleridge, Southey), y su manifiesto fue el prólogo a la segunda edición de las Baladas líricas (1800), escrito por los poetas ingleses William Wordsworth y Samuel Taylor Coleridge, aunque ya lo habían presagiado en el siglo XVIII Young con sus Pensamientos nocturnos o el originalísimo William Blake. En este prólogo a las Baladas líricas, se destaca la importancia del sentimiento y la imaginación en la creación poética y se rechazan las formas y los temas literarios convencionales. El romanticismo, que surge como una reacción contra el racionalismo de la ilustración y el clasicismo, confiere prioridad a los sentimientos, a la fantasía, la imaginación y el sueño. El principal motivo conductor de la literatura romántica inglesa es el choque entre la realidad y el deseo. El fracaso y la incapacidad de luchar con el mundo real llevan la literatura romántica hacia la evasión a tiempos pasados o lugares remotos, a menudo exóticos. Vuelven la mirada a la literatura medieval, la nobleza se interesa por las ruinas medievales transformando sus propiedades en castillos a la usanza gótica. Miran al pasado del que provienen sueños de nostalgia y recuerdo de lo que fue. Muchos de los románticos ingleses provienen de regiones que fueron víctimas de la feroz expansión del capitalismo: Escocia, País de Gales, Irlanda. Ensalzan a héroes populares, inadaptados, mendigos, vagabundos y aventureros, y cantan la naturaleza, la humilde aldea, las ruinas evocadoras de tiempos pasados. El período romántico en Inglaterra puede situarse aproximadamente entre 1790 y 1830. En él quedan las huellas de la Revolución francesa y aquella tendencia hacia la vuelta a la naturaleza, en la poesía, que ya apuntaban Thomson, Cowper, Crabbe, Gray y Burns y que representa uno de los rasgos principales del romanticismo. El placer que proporcionan los lugares intactos y la creencia en la inocencia de los habitantes del mundo rural se observa por primera vez como tema literario en la obra Las estaciones (1726-1730), del poeta escocés James Thomson. Esta obra se cita a menudo como una influencia decisiva en la poesía romántica inglesa y su visión idílica de la naturaleza, una tendencia liderada por el poeta William Wordsworth. Los escritores ingleses de principios del XIX rechazan en sus obras la sociedad burguesa e industrializada, para evadirse en el paisaje rural, el pasado histórico o países exóticos. Su nuevo lenguaje literario está basado en el sentimiento y lo irracional, la subjetividad y la libertad del artista frente a toda regla. El desencanto generalizado de los románticos con la organización social se plasmó a menudo en la crítica concreta de la sociedad urbana. Ya Rousseau había afirmado que las personas nacen libres, pero la civilización las encadena. Este sentimiento de opresión se expresó con frecuencia en la poesía, como revela la obra del visionario inglés William Blake (1757-1827), quien en su poema Milton (1808) habla de los “oscuros molinos satánicos” que comenzaban a desfigurar la campiña inglesa; o el largo poema de Wordsworth El preludio (1850), que alude a “las sofocantes y atestadas guaridas urbanas donde el corazón humano enferma”. El gusto por la vida rural se funde generalmente con la característica melancolía romántica, un sentimiento que responde a la intuición de cambio inminente o la amenaza que se cierne sobre un estilo de vida. Esta vuelta a la naturaleza se convertirá ahora en programa estético de un innovador: el culto a la naturaleza, así como la primacía de la voluntad individual sobre las normas sociales de conducta, la preferencia por la ilusión de la experiencia inmediata en cuanto opuesta a la experiencia generalizada, y el interés por lo que estaba lejos en el espacio y el tiempo. El Romanticismo inglés arranca en 1798 con las Baladas líricas, compuestas por William Wordsworth (1770-1850) y Samuel Coleridge (1772-1834). Cuatro de las composiciones del tomo son de Coleridge, mientras que las diecinueve restantes son de Wordsworth. El prólogo de esta obra está considerado como el manifiesto del Romanticismo inglés; sus poesías, de lenguaje sencillo. Estos dos jóvenes poetas se vieron impulsados a la actividad creadora por la Revolución Francesa, algunos de cuyos ideales fueron la afirmación de la libertad, el espíritu y la unidad sincera de la raza humana. Retomando la cuestión histórica, cabe destacar que en Inglaterra, al igual que en Alemania, el Romanticismo comienza siendo prorrevolucionario, pero se vuelve conservador cuando empiezan las luchas contra Napoleón, para dar un nuevo viraje hacia los primitivos ideales revolucionarios una vez pasada la guerra. En Inglaterra, la antítesis entre Clasicismo y Romanticismo había perdido su razón de ser desde la segunda mitad del siglo XVIII porque no había sino literatura romántica. “El Romanticismo inglés arrancaba en lo esencial de la reacción de los elementos liberales contra la revolución industrial, mientras el francés procedía de la reacción de los estratos conservadores contra la revolución política. La conexión del Romanticismo con el prerromanticismo fue en Inglaterra mucho más estrecha que en Francia, donde la continuidad entre ambos movimientos se vio totalmente interrumpida por el clasicismo del período revolucionario. En Inglaterra hubo entre el Romanticismo y la revolución industrial triunfante por completo, la misma relación que entre el prerromanticismo y los estadios preparatorios de la industrialización de la sociedad. En el Deserted Village, de Goldsmith, Satanic Mills de Blake, y Age of Despair, de Shelley, se expresa un temperamento esencialmente idéntico. El entusiasmo de los románticos por la naturaleza es tan inconcebible sin la separación de la ciudad frente al campo como su pesimismo sin el abandono y la miseria de las ciudades industriales. Son completamente conscientes de lo que está ocurriendo, y ven muy bien lo que significa la transformación del trabajo humano en mera mercancía. Después de la terminación de la lucha contra Napoleón, Inglaterra, si no agotada en modo alguno, queda por lo menos debilitada y desorientada en lo intelectual; o sea, en unas circunstancias especialmente propicias para hacer que la sociedad burguesa cobrase conciencia de lo problemático de las bases de su existencia. El Romanticismo más juvenil, la generación de Shelley, Keats y Byron, es el mantenedor de este proceso. Su humanitarismo sin concesiones constituye su protesta contra la política de explotación y opresión; su modo de vida inconvencional, su ateísmo agresivo y su carencia de prejuicios morales son las distintas formas de su lucha contra la clase que dispone de los medios de explotación y opresión. El Romanticismo inglés, incluso en sus representantes conservadores, en Wordsworth y Scott, es en cierto modo un movimiento democrático tendente a la popularización de la literatura”.


El poema Bright star, would I were stedfast as thou art (Si firme y constante fuera yo, brillante estrella, como tú) de John Keats (1795-1821) es un soneto isabelino tradicional de catorce versos endecasílabos, o soneto shakesperiano como también se lo conoce, y posee un esquema rítmico del tipo ABABCDCDEFEFGG que le da una intensa musicalidad. El primer octavo muestra un yo lírico que estando frente a la contemplación del mundo natural declara el deseo de ser como una estrella, aunque luego reconoce la perspectiva que esta tiene desde el firmamento y se da cuenta de la gran soledad y la sensación de confinamiento del que estaría prisionero. Ya consciente de ello, en el siguiente sexteto, se percibe un cambio hacia el mundo humano en donde también prevalece una atmósfera de sensualidad que envuelve al yo lírico, con la aspiración de permanecer por siempre sobre el pecho de su amada. Cuando Keats escribió este poema, ya sabía que estaba enfermo de tuberculosis y moriría joven, de ahí su tono de profunda tristeza y melancolía hacia el final del poema: Still, still to hear her tender-taken breath / And so live ever—or else swoon to death. El predominio de ciertas combinaciones consonánticas correspondientes a los fonemas /st/, /h/, /t/ y /s/ aparecen a lo largo de todo el poema, pero se concentra hacia el final con un fuerte recurso de aliteración que le da un carácter sonoro único a este poema. Aparecen imágenes de noche que resultan impactantes al tratarse de un cielo nocturno y lo elevado radica en ese advertir que ser una estrella impávida en el cielo no se compara con permanecer eternamente inmóvil en los brazos de su amor. El tono lúgubre está sin dudas ligado a la imagen que se rememora en el verso final, donde claramente podemos imaginar un hombre vencido hasta la muerte por amor.

 

Prof. María Fernanda González Soler

Profesora de Lengua y Literatura

Coordinadora General de G.S. Consultora Educativa

Prof. María Ximena Maceri

Profesora en Lengua Inglesa


Referencias bibliográficas Versión digital del poema en inglés según se encuentran en www.poetryfoundation.org Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de John Keats. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/k/keats.htm el 29 de mayo de 2021.

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